15.837 viviendas nuevas se vendieron en Antioquia entre enero y julio, según Camacol.
Las imágenes difundidas desde México de edificaciones que se derrumban luego del sismo de magnitud 7,1 grados en la escala de Richter, conduce a quienes están interesados en adquirir vivienda a preguntarse si el inmueble que les ofrecen las constructoras soportarían un fenómeno de ese tipo.
Eduardo Loaiza Posada, gerente de Camacol en Antioquia, responde que ninguna ciudad está exenta de un desastre como el sufrido por los mexicanos.
“Disponemos de estudios, tecnología e información sobre riesgos. Además, contamos con unas normas de sismorresistencia exigentes que apuntan a un objetivo principal: que las construcciones no colapsen”, explica el dirigente.
En esa línea, Posada insiste en que es un imperativo proteger la vida de las personas. “¿Qué hacer?, comprarle a empresas serias, reconocidas y de trayectoria que puedan demostrar que cumplen la normatividad y técnica”, agrega.
Amenaza y vulnerabilidad
El ingeniero civil Juan Andrés Oviedo, señala que con los métodos actuales de construcción las edificaciones aceptan cierto nivel de daño. “Se supone que no se deben caer, si cumplen las condiciones de diseño sísmico”.
Pero, luego de un temblor de tierra, ¿en qué momento se decide si hay que demoler un edificio de apartamentos? “Eso depende de la inspección visual de los ingenieros. Los avances tecnológicos nos permiten disponer de instrumentación sísmica que nos posibilita tener información precisa y rápidamente”, responde Oviedo.
Este experto recuerda que en la construcción de vivienda se pueden incorporar desarrollos que mitigan el impacto de un movimiento, como los disipadores de energía o los aisladores.
Al comparar el costo y los beneficios del uso de este tipo de tecnologías para que las viviendas sean más seguras, el potencial comprador será quien tome la decisión.
“Lo que se debe entender es cuál es el nivel de protección que quiero tener para mi casa y mi familia. Con la normativa cumplimos unos parámetros de sismorresistencia, pero si quiero un mayor grado de protección existen los dispositivos que la brindan”, enfatiza Oviedo (ver Opinión).
Por su parte, Álvaro Herrera, director de Proyectos de Zinerco, advierte que en el negocio de la construcción hay empresas que trabajan de manera sesgada e incluso evitando ajustarse a las normas, por lo que su recomendación a un posible comprador de casa nueva es: busque asesoría, no se quede con lo que le digan.
En Definitiva
Las condiciones de resistencia a los fenómenos naturales quedan en segundo plano a la hora de comprar vivienda, pues priman el precio o la ubicación. Recuerde: es mejor prevenir que lamentar.
JUAN ANDRÉS OVIEDO
Ingeniero Civil.
“Una pregunta que debe hacerse un potencial comprador de vivienda es: ¿hasta qué punto estoy dispuesto a aceptar daños en mi casa? Tras esa valoración y analizar los costos de una reconstrucción, luego de un terremoto, es que es factible tomar una decisión y optar por un proyecto en el que el constructor utilice dispositivos que mitigan los efectos sísmicos”.
Por: Ferney Arias Jiménez | Publicado el 23 de Septiembre de 2017 REVISTA PROPIEDADES